Los bonos temáticos son una opción para los inversionistas retail al momento de construir sus portafolios y que, además de buscar rendimientos, estarán aportando a la mejoras ambientales y sociales.
Ciudad de México, 18 de marzo de 2024. En los últimos años, en el mercado bursátil mexicano, los bonos temáticos han tomado popularidad como un instrumento de deuda que busca levantar recursos que posteriormente se destinen a proyectos que impacten positivamente en el ambiente y sociedad. Así, la empresa que los emite, a través de un intermediario, debe cumplir con indicadores clave de rendimiento sostenible para mantener el beneficio en la tasa de interés por la emisión de deuda.
Al cierre de mayo de 2023, la Bolsa Mexicana de Valores registró un financiamiento total por $223 mil millones de pesos en la emisión de bonos temáticos, contabilizados desde 2016. Hoy esas emisiones representan poco más del 40% del total de deuda de largo plazo.
En un mercado donde arriba del 50% de los consumidores mexicanos tienen dentro de sus principales preocupaciones el reducir su impacto ambiental (Kantar, 2022), y donde existen alrededor de 4 millones de cuentas de inversionistas retail (AMIB, 2022), la existencia de este tipo de instrumentos no sólo diversifica el mercado de valores, sino también responde las demandas de un público cada vez más consciente del impacto de sus decisiones de compra y de inversión.
Esto se ve claramente beneficiado por el boom de las plataformas de inversión, que no sólo han democratizado el mercado de valores para otorgar al consumidor el poder de invertir en las marcas en las que más confía, sino también dándole el poder de invertir en las marcas que comulgan con sus valores y principios.
Un ejemplo de una exitosa emisión por parte de una marca de gran arraigo en la cultura mexicana, pero también con una probada trayectoria en sostenibilidad es el Bono Vinculado a la Sostenibilidad de Grupo Herdez de 2022, que tiene el compromiso de reducir en 25.0% el consumo de agua por tonelada producida de la compañía, para el año 2030.
Esta emisión tuvo una sobresuscripción de 3.9x , evidenciando la confianza de los inversionistas en la solidez de la empresa de alimentos. Con esta colocación, la Compañía se posicionó como la primera emisora del sector de alimentos en emitir un Bono Vinculado a la Sostenibilidad y se sumó al grupo pionero de empresas que han emitido bonos temáticos en el mercado mexicano de valores.
Sin duda, es fundamental que los inversionistas consideren la importancia de consumir y de invertir de manera consciente y responsable, tomando en cuenta el impacto que sus decisiones financieras en el medio ambiente y la sociedad. Algunos aspectos para tomar en cuenta por parte de los inversionistas son, que la tasa predefinida de los bonos vinculados a la sostenibilidad puede tener incrementos o disminuciones con base en el cumplimiento de las metas definidas para cada emisión. Es decir, que, en caso de que la emisora no cumpla con el KPI, el inversionista recibirá más intereses.
Sin embargo, optar por bonos vinculados a la sostenibilidad no solo representa una oportunidad para buscar rendimientos, sino también para contribuir de manera activa a la preservación y uso eficiente de los recursos naturales o contribuir a causas sociales. Para poder invertir en este tipo de instrumentos es recomendable investigar las métricas y resultados de sostenibilidad de las emisoras en sus reportes anuales o de sostenibilidad, para que así se cuente con mayor referencia, así como acercarse a su casa de bolsa o intermediario bursátil para conocer cómo invertir en ellos.